La fuerte asociación que los hablantes establecen entre la forma el del artículo y el género masculino —unida al hecho de la apócope frecuente de las formas femeninas del indefinido uno y sus compuestos alguno y ninguno ante sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica: un alma, algún hada, ningún arma— provoca, por contagio, que se cometa a menudo la incorrección de utilizar las formas masculinas de los demostrativos este, ese y aquel delante de este tipo de sustantivos: ⊗este agua, ⊗ese hacha, ⊗aquel águila, cuando debe decirse esta agua, esa hacha, aquella águila.
El contagio se extiende, en el habla descuidada, a otro tipo de adjetivos determinativos, como todo, mucho, poco, otro, etc.: ⊗«Desde que nacemos estamos [...] con mucho hambre» (Nación [Arg.] 1.7.92), en lugar de MUCHA hambre; ⊗«El balón viajó por todo el área» (Mundo [Esp.] 30.10.95), en lugar de TODA el área; ⊗«Había poco agua y su coste era bajo» (Tecno [Esp.] 3.01), en lugar de POCA agua.
Hay que tener presente que el empleo de la forma el del artículo no convierte en masculinos estos sustantivos, que siguen siendo femeninos y, por consiguiente, exigen la concordancia en femenino de los adjetivos a ellos referidos; así pues, debe decirse el águila majestuosa (y no ⊗el águila majestuoso), el acta constitutiva (y no ⊗el acta constitutivo), etc.
El uso erróneo de la forma masculina del adjetivo es más frecuente, pero igualmente inadmisible, cuando el adjetivo va antepuesto al sustantivo: ⊗«Los niños [...] pueden distinguir cualquier diferencia fonética e integrarla en un único área del cerebro» (Abc [Esp.] 10.7.97); debió decirse una única área del cerebro.
Fuente: Diccionario panhispánico de dudas (RAE y ASALE, Santillana, 2005).
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