Diferencia entre «libido», «lívido» y «libídine»
Hablemos hoy de la elección entre «libido» o «lívido» (y de paso veamos qué es la libídine). Como dice Ramón Alemán en su blog, es frecuente escuchar no ya al pueblo llano, sino incluso a estudiosos de la materia, algún tipo de error respecto a «libido», una palabreja que, como indicaba Alberto Bustos en su blog, merece, como si de Cérbero se tratara, una triple atención:
- se escribe con ‹b›: «libido»
- su acentuación es llana: [liˈβiðo]
- es un sustantivo femenino: «la libido»
El quid: «libido» o «lívido»
«lívido»
Es un adjetivo que significaba inicialmente ‘amoratado’, ya incluso desde el latín lividus [ˈliwidus], en el que también podía ser un color plomizo (es decir, un gris azulado); era un adjetivo usado sobre todo para referirse al color de los moratones, cardenales, hematomas; aquí se me viene a la mente el «ojo morado» de los hispanohablantes, pero el black eye de los anglófonos. Por sinécdoque, adquirió también un significado de ‘envidioso, odioso, malicioso’, ya que este es el color que adquiere este tipo de personas cuando hacen lo que más suelen hacer: enfadarse.
Alguien propone que esta transferencia de significado se debe a lo siguiente:
En medicina, ámbito donde se habla de ‘las livideces cadavéricas’, que son unas manchas moradas que aparecen en ciertas partes de los cadáveres. Alguien creyó que el término se refería a la palidez de un cadáver y por ello pasó a la lengua general con el sentido de ‘pálido’.
Como se dice, se non è vero, è ben trovato.
«libido»
Como ya hemos dicho, es un sustantivo femenino y llano que significa ‘deseo sexual’ [la liˈβiðo], por lo que, como apunta la Fundéu, hablar de «libido sexual» es una redundancia.
En latín era un sustantivo derivado del verbo (normalmente impersonal) libet ‘es agradable’. El verbo, como se ve, tiene un significado muy inocente y poco intenso. Al añadir a esa raíz el sufijo para formar el sustantivo, la cosa subió varios grados y adquirió un matiz de ‘deseo ardiente (normalmente con un aire despectivo)’, pero de cualquier cosa, no solo de sexo: de dinero, de hacerse con el poder… Sería, posiblemente, cosa de los cristianos lo de restringir el significado a lo sexual. Por cierto, que de esta misma raíz indoeuropea proceden el inglés love y el alemán lieben ‘amar, querer’.
Y entonces… ¿qué es la libídine?
Es un cultismo–tecnicismo puesto de moda por los psicólogos Freud y Jung, quienes, como buenos germanos, lo introdujeron desde el latín en su forma de nominativo del sustantivo libido, libidinis [liˈbido liˈbidinis]. Sin embargo, si estos psicólogos hubieran sido españoles, posiblemente habrían popularizado e incluso internacionalizado la castiza «libídine», evolucionada en el español a través del acusativo libidinem [liˈbidinem], que en castellano, además de poco usada, significa simplemente ‘lujuria’ (un deseo sexual que llega a lo vicioso), mientras que la libido es un deseo sexual sin connotaciones de ningún tipo —después de todo, Freud no era tan guarrete como pretende el imaginario colectivo—.
No me resisto a citar un par de ejemplos de los pocos que recoge el CORDE al buscar usos de «libídine», ambos de Gonzalo Fernández de Oviedo en su Historia general y natural de las Indias (siglo XVI), para ilustrar su uso lujurioso (o «libidinoso», que también existe):
Mas, en este caso, esta cacica usaba otra manera de libídine, después que murieron su marido y su hermano, en vida de los cuales no fué tan desvergonzada.
Los indios de los Célebes, en algunas partes son más inclinados a libídine que en otras partes, y traen metidas en el miembro genital, entre el cuero y la carne, unas pedrecicas redondas, y el que tiene más desas, aprueban las mujeres por cosa más grata a su bestial delectación.
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Por cierto: nótense en los fragmentos el uso actualmente incorrecto de la tilde en «fue» y el de la coma entre el sujeto «los indios de los Célebes» y su predicado.
Paco Álvarez
Soy filólogo y profesor de español. He enseñado español en varias academias de idiomas, sobre todo a estudiantes polacos, pero también a estadounidenses e italianos, entre otras nacionalidades, desde el nivel A1 inicial hasta C1. Ahora prefiero centrarme en internet, ya que así muchos más estudiantes pueden mejorar su español. ... Mi otro gran proyecto es mi academia de latín, griego y filología.